jueves, 28 de julio de 2011

Balancines y columpios.

 
El movimiento de vaivén es sin lugar a dudas uno de los más agradables y relajantes que existen. Seguro que cuando erais pequeños a todos os han dormido alguna vez meciendo vuestra cuna o vuestra cama suavemente, con un gesto repetitivo que al final acaba haciendo que nos durmamos plácidamente.
Ahora, de mayores, son muchas las personas que se mecen a si mismas a la hora de dormir, porque realmente es un gesto que relaja, y si además el lugar en el que estamos tumbados contribuye al movimiento, el sueño acabará por aparecer si o si.

Puede que el exterior de tu casa no sea tan grande como te gustaría y en el no puedas colocar una gran mesa de comedor, o un salón de exterior en el que puedas reunir a toda la familia… pero seguro que dispondrás de un pequeño rinconcito en el que colocar un columpio o balancín en el que sentarte en tus ratos libres a descansar.

Es una pieza que podremos utilizar en las largas tardes de verano, con buena temperatura y al mismo tiempo que disfrutamos de un buen libro, aunque el movimiento que nos mecerá es probable que acabe con nuestra placentera lectura, y nos lleve por el mundo de los sueños...


Pero también es un pieza que podremos disfrutar en otoño, si bien es cierto que cuando la temperatura baje demasiado estaremos mucho más a gusto en el interior de nuestra casa, pero cuando las temperaturas sean todavía suaves, y acompañados de un plaid para sobrellevarlas mejor, también podemos disfrutar de este elemento.

La estética nos ofrece mil y una posibilidades, desde los clásicos balancines de rafia, suspendidos por unas cuerdas a una rama de un árbol, al más puro estilo campestre, pasando por las clásicas tumbonas de tela que se sujetan por ambos extremos, hasta llegar a piezas que se suman a las tendencias más punteras de decoración, y a los sistemas tecnológicos más innovadores.

En decoestilo.com | Balancines y columpios.

Imágenes: Unopiu.

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